Claves para encontrar la abundancia: Daniela Romay

Claves para encontrar la abundancia en la vida y el negocio: Daniela Romay

La primera vez que Daniela abrió una botella de aceite esencial, lo que ella percibió fue esperanza. Desde entonces, la Líder Diamante Presidencial ha encarnado ese valor humano en su trayectoria en dōTERRA, dejando un mensaje a su paso y una forma de trabajar inspiradora. A pesar de haber enfrentado en el pasado crisis de todo tipo, Daniela encontró las estrategias financieras y emocionales que le ayudaron a transformar su dolor en algo que la hizo más fuerte, algo que la hizo triunfar.

Hoy en el blōg dōTERRA queremos compartirte un poco de la experiencia de una de nuestras Líderes más inspiradoras: Daniela Romay.

Daniela asegura que, a pesar de los desafíos difíciles, la vida siempre nos proporciona herramientas para afrontarlos y alcanzar la sanación personal, siempre y cuando estemos dispuestos a recibir dichas herramientas y utilizarlas. Daniela Romay reconoce que una de las afirmaciones más fuertes que ha hecho es que nunca se sintió tan viva como el día en que su hijo falleció. Este trágico evento la llevó a reconocer la realidad de la vida y a reflexionar sobre cómo había estado gastando su tiempo hasta entonces. Fue en ese momento que se dio cuenta cómo había vivido en un estado de letargo, proponiéndose inmediatamente hacer un cambio.

Con el tiempo la Líder también se dio cuenta de que muchas de las personas que la rodeaban en su día a día, incluso ella en algun momento,  simplemente estaban sobreviviendo, en lugar de vivir plenamente su vida, consciente del regalo que es existir.

Daniela considera que desde que conoció dōTERRA esta empresa jugó un papel muy claro en su empoderamiento emocional y económico:

“Es un reflejo del ser humano; cuando tú encuentras algo que te gusta o te hace feliz, lo compartes. Y eso fue lo que pasó, yo encontré los aceites y sentí que me fueron enviados. La vida me los puso en frente y me los puso para bien. Cuando cambió toda mi circunstancia yo pensé que era un regalo de mi hijo, y yo le agradecí a Dios por mandarme una herramienta de paz para estar más tranquila y sólo pensé: la tengo que compartir”.

Con sabiduría, Daniela explica que para sacar el máximo provecho de un regalo, es necesario saber cómo recibirlo y utilizarlo de manera efectiva. Para ella, una gota de aceite es un símbolo de una cadena de trabajo y amor, en la que cada eslabón es importante. Por lo tanto, según su perspectiva, no es suficiente con simplemente apreciar el aceite, sino que es necesario comprender su poder y su origen, y esto implica prestar atención a la persona que nos lo presenta y la persona a la que lo compartimos.

Daniela insiste en la importancia de aprender a compartir este regalo con los demás para que puedan comprender y apreciar su valor como un don auténtico de la Tierra y del destino. Así mismo hace énfasis en que el proceso de compartir está vivo y no termina al momento de las inscripciones: es necesario dar seguimiento a cada uno de nuestros suscriptores y saber seguir compartiendo con ellos la bendición.

“No es un aceite, es un regalo y una bendición que se te regresa al doble siempre. Es algo que siempre te va seguir dando siempre que tú lo quieras compartir”.

Daniela sabe que nosotros somos los responsables de la vida que podemos vivir, y ese es el mensaje que quiere diseminar por el mundo y principalmente sus Líderes:

“No vivo bajo un área circunstancial. Yo no vivo la vida que me tocó. Yo no soy víctima de mis circunstancias. Yo creo mi propio futuro y mi vida. Mis propias circunstancias y consecuencias. Mis propios regalos y mi propia grandeza”.

La parte calculadora del negocio es la pasión de Daniela. A pesar de que algunos la llaman la "parte dura", a ella le relaja, le fascina y le da placer hacer estrategias, trabajar con números y organizar volúmenes. Por otro lado, Daniela considera que la capacitación al respecto nunca termina y que siempre hay que seguir evaluando nuestros procesos de administración así como escuchar el consejo de quienes tienen más experiencia que nosotros.

La Líder describe una evolución en su carrera, en la que al principio su pasión principal eran los aceites, pero luego se dio cuenta de que podía cambiar la vida de otros al compartir su experiencia en estrategia de negocios. Después, al convertirse en mentora y ver cómo las personas transformaban su salud y sus finanzas de manera profunda, su pasión cambió hacia el objetivo de romper creencias limitantes.

“Que alguien tenga la capacidad de cambiar su mentalidad y de empoderarse para hacer un cambio en su vida y en la de los demás. Esa transformación hace que el negocio valga la pena”.

En ese proceso una alquimia maravillosa ocurrió en el alma de Daniela: Su dolor y estrés se fueron transformando en gozo. Al compartir con pasión, esa generosidad se le regresaba en un amor, cariño y agradecimiento que a la fecha de hoy la salva todos los días. “La promesa que me hice es que cada que alguien se encuentre en una situación parecida a la mía esa persona va a tener esta herramienta. Es adictivo ver esos resultados y el agradecimiento que vuelve el dolor en amor.  Es una sanación de ambos lados”.