Tres pasos para ayudar a que la gente tenga un gran comienzo

Autor: Perry Smith, Diamante Azul


Cuando recién inscribes o patrocinas a alguien, es muy útil tener un sistema para comenzar. Algo que nunca hago es decirle “construyamos un negocio”, porque esa frase suele asustar a la gente, prefiero guiarlos a través de estos tres sencillos pasos y les muestro cómo obtener sus aceites. Con este método las personas pueden saber qué esperamos de ellos y suelen sentirse bien con eso. Siempre los llevo por el camino progresivo natural para comenzar con el pie derecho.
 
1.- Dales un kit. Busca un kit de inicio que sea benéfico para cada persona. No busques el que cada persona pueda pagar. Toma nota de sus necesidades y anhelos, busca el kit que le vaya mejor para esa persona y su familia.
 
2.- Comienzo a compartir desde el inicio. Lo primero que hago es entregarles algún material informativo de los productos. Les comento que ese material es su mapa y que pueden usarlo para su aprendizaje. Inmediatamente después, abro el material y les explico cómo usarlo. Les comento que es muy importante tener claro cuáles son sus necesidades de bienestar y les doy una serie de preguntas para que las respondan en las siguientes 48 horas. También me aseguro de que entiendan la diferencia entre un pedido estándar y uno LRP. Enseguida les muestro los sitios web y los invito a visitarlos en los próximos cuatro o cinco días. En resumen, les enseño a usar la literatura de capacitación que viene en su kit, para que puedan comprobar lo sencillo que es.
 
3.- Les pido que organicen una clase. Cuando una persona me dice que no quiere organizar clases, la miro a los ojos y le digo: “tu pareja estaría muy molesta conmigo si permitiera que gastarás tu dinero en un kit de inicio que no sabes usar”. Les explico que no se trata de organizar una fiesta sino una clase educativa y que lo único que deben hacer es invitar a cuatro o cinco personas para mostrarles cómo usar los productos que acaban de adquirir. Lo que sucede a continuación es que yo firmo a tres o cuatro personas en ese evento, repito todo el proceso con cada uno de ellos y la persona que organizó la clase recibe un cheque el siguiente mes, se siente emocionada, quiere seguir recibiendo cheques y continua desde ahí con más independencia. 

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