Origen: un derivado latino que significa "Don de la Tierra."
Puesto que se creía que daba valor a quien lo portaba, en la edad media las damas daban tomillo a caballeros y guerreros antes de que partieran para la batalla.
Durante ese mismo período, el tomillo a menudo era puesto debajo de las almohadas para ayudar a promover el sueño reparador y evitar pesadillas.
Los griegos antiguos usaban tomillo en sus baños y lo quemaban como incienso en sus templos, mientras que los egipcios lo usaban en sus ceremonias tradicionales.
En la actualidad, el tomillo es comúnmente usado como sazonador, pero también produce un potente aceite esencial que tiene efectos limpiadores y purificadores de la piel; sin embargo, debido a su alto contenido de thymol, el tomillo debe ser diluido con un aceite portador antes de aplicarlo.
El tomillo tiene una química específica que apoya la salud del sistema inmunitario.