Origen: un derivado latino que significa "Don de la Tierra."
Fundadora
Conocí doTERRA en el 2016 por mis amigas Daniela e Ivannia. Mi primer interés fue el aceite de menta por mi rutina como corredora. Recibí mi primer kit y empecé poco a poco a usar los aceites y sin duda, me enamoré. Como microbióloga, me interesaba entender los fundamentos químicos de los aceites esenciales y entender su interacción con nuestras células. Esta segunda fase, me hizo pasar del “enamoramiento” a la convicción. Entender cómo funcionan los aceites esenciales, sus componentes químicos y la ciencia detrás de los productos doTERRA fue fundamental para incorporar a mi rutina diaria los productos.
Sin embargo, la decisión de hacer el negocio se demoró casi un año. Gracias a la visión de mi amiga y mentora Ivannia Monge, quien creyó en mí y pudo visualizar mis capacidades, poco a poco dejé atrás las creencias erróneas que tenía por una mala experiencia en Redes de Mercado. Junto a Ivannia, Andrea y Milton descubrí la cultura doTERRA que no se parece en nada a otras empresas, donde nos enfocamos en educar profundamente en el uso de estos extraordinarios productos y que busca que más personas realmente se beneficien del uso de los aceites esenciales.
Hay una frase de David Sterling, CEO de doTERRA que me impactó y siempre comparto: “Nuestro negocio no son los aceites esenciales, nuestro negocio es mejorar vidas” Tener a nuestra disposición una oportunidad real que pueda impactar positivamente nuestro día a día, merece que nos esforcemos en compartirla y que otros lo conozcan. Nuestra visión es que todas las familias de Latinoamérica tengan aceites esenciales de doTERRA en su hogar y se vean beneficiados de las propiedades de tan maravillosos productos. Es nuestro compromiso además, que más personas se unan a esta visión y quieran apoyarnos en educar e informar a más personas.
He aprendido que la actitud positiva y el enfoque nos pueden llevar al siguiente nivel. También que solo trabajando en equipo se logran metas grandes. No existe forma de llegar lejos en este negocio sin crear lazos reales con nuestros constructores, conocer sus sueños, sus miedos, sus frustraciones y convertirnos en esa persona que les apoye y se esfuerce al 100% por ellos.
Si queremos llegar lejos, debemos crear equipos maravillosos que compartan la visión de la empresa y que trabajen con convicción. El secreto está en dedicarse a las personas y ponerse a su servicio. El liderazgo guiado desde el corazón es el que causa un impacto duradero como el que queremos mantener en nuestras organizaciones.
Tener doTERRA en mi vida me ha permitido convertirme en una profesional que ama lo que hace, que lo comparte desde su hogar, con el apoyo 100% de mi esposo y mi hija quienes son mi inspiración y la razón de soñar que podemos llegar aún más lejos. Estamos en la búsqueda constante de más soñadores, de más personas que crean en sí mismos y que quieran recorrer la milla extra para llevar salud y bienestar a más personas.
Me siento feliz y orgullosa de representar a mi equipo lleno de personas extraordinarias que son mi familia y por quienes vale la pena seguir esforzándonos al máximo.