Origen: un derivado latino que significa "Don de la Tierra."
El chocolate caliente casero es sorprendentemente fácil de hacer. Dale sabor al tuyo con una o dos gotas de tu aceite esencial de uso interno favorito para obtener un nuevo y divertido sabor a cacao.
1 taza de agua
Calienta el agua, el cacao en polvo y el edulcorante en la estufa hasta que los ingredientes estén suaves.
Agrega la vainilla y la leche y deja hervir a fuego lento. Vierte en tu taza favorita.
Introduce el sabor haciendo girar un palillo sumergido en tu aceite esencial favorito.
Para obtener un chocolate más cremoso, reemplaza el agua con partes iguales de leche o leche de almendras.